La marcha se divide en dos fases:
Fase de apoyo y fase de
balanceo.
Fase de apoyo 60% del tiempo de la marcha :comienza con el
contacto inicial del talón en el suelo y termina con el despegue del antepie.
Fase de balanceo: 40% del ciclo de la marcha
Va desde el instante del despegue del antepie, avanzando el
pie en el aire como preparación al siguiente apoyo, hasta el contacto con el
suelo.
La fase apoyo como su nombre indica es la fase en la que el
pie se encuentra en contacto con el suelo llegando a cargar todo nuestro peso
mientras que el otro realiza la fase de balanceo, donde el pie está sin
contacto con el suelo.
En la fase de apoyo el primer contacto lo debe de realizar
el talón, para eso debemos tener un control del músculo tibial anterior el cual
tira del pie hacia arriba para evitar que descienda el pie y se produzca el
arrastre del mismo.
Es decir si el músculo actúa correctamente el apoyo se
realizará con el tobillo a 0º de flexión.
La marcha en estepaje(steppage) o pie en equino, sería lo más
patológico en este caso por afectación muscular, estaría marcado por un aumento
en la flexión de cadera para tener que levantar mas la rodilla y no tropezarse.
En la mayoría de los casos , debemos estudiar si presenta
alguna patología neurológica que lo provoque.
El tratamiento dependerá de la causa subyacente.
Debemos distinguir marcha en estepaje, de caminar
arrastrando los pies. En el paciente anciano es muy común y se puede trabajar, con
una serie de ejercicios diarios los cuales pueden evitar que se vayan arrastrando los
pies y evitaremos uno de los factores que provocan muchas caídas.
Durante que se realiza este apoyo de talón, la rodilla debe
estar en extensión máxima para dar estabilidad al apoyo.
Muy común en personas mayores sería realizar este apoyo de
talón con ligera flexo de rodilla, lo que daría la imposibilidad de lo que
comentábamos antes, que el tobillo sea el primer contacto en esta fase y un
gran consumo de energía al trabajar en exceso los cuádriceps
Debemos estudiar la
causa de ese flexo de rodilla y trabajar por lograr la extensión máxima, la
mayoría de las veces tratar el exceso de tono en isquitobiales o potenciar los
cuádriceps en últimos grados dan muy buenos resultados. Patologías articulares
degenerativas de la rodilla(artrosis ,artritis ,etc..) también son una de las
causas principales.
Durante esta fase también está implicada la cadera y en
situaciones normales debe tener 30º de flexión durante el apoyo del talón. Los glúteos
mayor, medio y el tensor de la fascia lata aportan una ligera contracción para dar
estabilidad y prepararse al apoyo. En este momento la cadera, salvo dismetrías
por acortamiento o patologías muy específicas como fracturas de cadera donde
trabajaremos la musculatura glútea ,no suele dar problemas.
La segunda parte de la fase de apoyo la parte anterior de la
planta del pie entraría en contacto con el suelo y el tobillo seguiría con un
ángulo de 0º de flexión
La rodilla pasaría por dos fases: primero realizaría una
ligera flexión de 15º para absorver el impacto del pie y volvería a una
extensión total para estabilizar el apoyo
La cadera comenzaría a realizar una extensión progresiva
para preparar la siguiente fase y desplazar el cuerpo hacia delante
En esta fase los
cuádriceps e isquiotibiales realizan una labor importante y deben estar en equilibrio
y funcionar correctamente. En este momento la pierna de apoyo recibe todo el
peso del cuerpo y los músculos deben de ejercer su función al menos con ese mínimo umbral. De ahí muy importante que,
a menor peso del paciente menor fuerza tendrán que realizar los músculos y
menor peso soportarán las articulaciones.
Importante trabajar en la rehabilitación primero los
músculos estabilizadores de todas las articulaciones que actúan y luego los
músculos movilizadores. Debemos primero realizar ejercicios en bipedestación,
no acelerar el inicio de la marcha, sobre todo posteriores a largos procesos de
inmovilización y sedentarismo. Observar acortamientos ,hipotonías,debilidades y
trabajarlas en el sitio.
Ejercicios en apoyo monopodal darán robustez a las
articulaciones y evitarán lesiones posteriores.
En la fase final del apoyo se produce un despegue del talón
del suelo, una ligera dorsiflexión del antepie, lo que se traduce en una
transferencia del peso hacia el primer dedo del pie
Continuamos con la estabilización activa de la rodilla
Y la cadera sigue con la hiperextensión para avanzar el
cuerpo por delante del pie. Debemos trabajar la potenciación de los
plantiflexores (soleo y gemelo)
A partir de aquí el pie entraría en la fase de oscilación
o de balanceo.
Se produce un despegue de los dedos en contacto con el suelo,
hay una triple flexión, flexión de tobillo, flexión de rodilla y de cadera
Debemos de trabajar
los flexores de estas articulaciones ,en la cadera trabajar la activación de
aductor medio,recto femoral,iliaco,sartorio y recto interno que actúan previo a
la oscilación, y al inicio del balanceo isquiotibiales y aductores, la
alteración de cualquiera de estas articulaciones en la flexión produce una
marcha bastante mala. Con el tobillo nos arrastraría el pie como comentábamos antes y tendríamos que
compensar con un aumento en la flexión de rodilla y cadera, la imposibilidad o
dificultad en la flexión de rodilla nos obligaría a una elevación de la pelvis
para compensar o también a una especie de marcha de segador.
La dificultad para la flexión de cadera produciría una
aumento en la rotación de la pelvis para anteriorizarla y además sucesivamente
el paciente al no disociar la pelvis movería la pierna en bloque sin flexión de
rodilla aun pudiendo.
La siguiente parte de la oscilación la denominamos fase de
aceleración,donde la inercia del cuerpo al adelantarlo produce el paso.
Hay que asegurar una
correcta separación del pie respecto del suelo, evitar el arrastre,nos dará una
marcha mas eficiente energéticamente y evitará posibles tropiezos.
La flexión de rodilla
debe ser suficiente para este movimiento junto con la de cadera, pero tampoco
exagerada para reducir el gasto y el exceso de trabajo.
La fase final del balanceo se produce cuando comenzamos a
extender la rodilla, reducimos flexión de cadera y realizamos una flexión
dorsal de tobillo para recibir el apoyo del talón e iniciar de nuevo la fase de
apoyo.
La fase de balanceo se traduce en una mezcla entre fuerza y
equilibrio. Pilares fundamentales de la rehabilitación.
Estos son a grandes rasgos los patrones normales de la
marcha.