sábado, 24 de noviembre de 2012

PROTESIS DE CADERA DEL REY.

Prótesis total de cadera.

La razón más frecuente para colocar una prótesis total de cadera es la de eliminar el dolor y la incapacidad que causa una destrucción severa de la articulación. Las superficies de la articulación pueden estar dañadas por la artrosis, proceso en el que se produce el desgaste del cartílago articular. La articulación también puede resultar dañada por la artritis reumatoidea. En esta enfermedad, la membrana sinovial produce unas sustancias químicas que atacan la superficie articular y destruyen el cartílago articular.

 Debido al dolor y a la rigidez, el paciente evita la utilización de la articulación. Los músculos que rodean la articulación se debilitan y esto contribuye a dificultar la movilidad de la cadera. Cuando la destrucción articular es importante, una prótesis total de cadera puede permitir al paciente volver a desempeñar sus actividades diarias. 
Durante este tiempo el rey recurrió a los corticoides para seguir con el ritmo de su agenda.

Los corticoides (cortisona, hidrocortisona, prednisona, metilprednisolona, betametasona, budesonida, etc.) generan un tipo de obesidad característica llamada Síndrome de Cushing, que se manifiesta por cara redonda, llamada también cara de luna. La cara redonda de Kennedy es un ejemplo, tomaba cortisona crónicamente por un problema de espalda a causa de un accidente cuando servía en el ejército. El cuello también se hincha. Estos efectos son reversibles en gran parte si se deja de tomar la cortisona, aunque lleva su tiempo.
El diagnóstico de la artrosis o de la artritis reumatoidea incluye anotar los síntomas del paciente, realizar una exploración física, pruebas de laboratorio y radiografías que muestran la extensión de la destrucción articular.

Una vez hecho el diagnóstico, puede considerarse la posibilidad de colocar una prótesis siempre después de que el tratamiento no quirúrgico u otras alternativas quirúrgicas hayan fallado sin conseguir eliminar el dolor y la incapacidad. 


Es una técnica quirúrgica. Con el paciente bajo anestesia el cirujano sustituye la articulación dañada por unos componentes realizados con materiales artificiales. El extremo superior del fémur, que es como una esfera, es sustituido por una esfera metálica unida a un vástago que se inserta dentro del hueso. Se implanta una cúpula de plástico en la cavidad esférica de la pelvis que está dañada. Una prótesis también puede implantarse en otras articulaciones aunque las que se protetizan más a menudo son la cadera y la rodilla.

Los materiales utilizados en las prótesis totales están diseñados para permitir una movilidad similar a la de la articulación normal. Los componentes artificiales suelen estar compuestos por un elemento metálico que encaja exactamente en un elemento de plástico. Se utilizan diversos metales, acero inoxidable, o aleaciones de cobalto, cromo y titanio. El plástico es polietileno que es extremadamente duradero y resistente al desgaste. Normalmente, se utiliza cemento para fijar el componente artificial al hueso. También existen prótesis no cementadas. Este tipo de prótesis se encajan directamente en el hueso. 

 La mayor complicación potencial de una prótesis total de cadera es la infección. Puede ocurrir justo en la zona de la herida o en profundidad alrededor de la prótesis. Puede ocurrir durante la estancia hospitalaria o una vez el paciente se halla en su casa. La infección de la herida suele tratarse con antibióticos. Las infecciones profundas requieren tratamiento quirúrgico y retirada de la prótesis.

Puede producirse una infección por diseminación de una infección en otra localización del organismo. Para prevenir este tipo de infecciones, las personas portadoras de prótesis total deben tomar antibióticos antes de ser sometidas a una limpieza dental así como otros tipos de cirugía. Si se produce una infección debe ser tratada con antibióticos.

Hay otras complicaciones que están directamente relacionadas con la implantación de una prótesis:

Aflojamiento: Es el problema mecánico más frecuente tras la implantación de una prótesis. Produce dolor y, si el aflojamiento es importante, puede ser necesario sustituir la prótesis por otra. Nuevos métodos para fijar la prótesis al hueso pueden minimizar o eliminar este problema en un futuro.

Luxación: Esta complicación suele producirse poco después de la intervención. En la mayoría de casos el cirujano puede colocar la prótesis en su sitio manualmente. Raramente se requiere otra intervención. Tras una luxación puede colocarse una férula, durante algunas semanas, con la finalidad de mantener la articulación estable.

Desgaste: Suele producirse lentamente. Puede contribuir al aflojamiento pero raramente es necesario intervenir a causa del desgaste por sí solo.

Rotura: La rotura del implante es muy rara. Si ocurre es necesaria una segunda intervención.

Lesión nerviosa: Raramente se lesionan los nervios próximos a la articulación intervenida. Esto ocurre en los casos en los que el cirujano debe corregir una articulación muy deformada para colocar la prótesis. Con el tiempo se suele recuperar la función nerviosa.

1 comentario:

  1. ¿ cuales son las mejores y cuantos años pueden durar como maximo sin tener que cambiarlas?¿ las de superficie metal-meta han salido malas?

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